sábado, septiembre 28, 2024
0,00 MXN

No hay productos en el carrito.

Entrevista con el Chef Privado Sean Grundey

Comparte:

Un genuino interés por el origen de los ingredientes, junto con el clima de unión familiar que se vive en una gran mesa, fue pieza clave para que el Chef Sean Grundey decidiera convertirse en private chef. Conozca un concepto sensorial con el que disfrutará las delicias culinarias de los restaurantes top del mundo, en la comodidad de su hogar, yate o negocio.

Chef Sean Grundey

El chef alemán Sean Grundey ha vivido un sinfín de experiencias alrededor del mundo. Su viaje gastronómico comenzó cuando era pequeñito y caminaba libremente por la granja orgánica de su abuela. Ahí conoció el amor y el respeto por los productos frescos que hoy día aún lo acompañan.

Chef Sean Grundey

Poco después de terminar su formación culinaria en los mejores restaurantes de Alemania, Sean Grundey se mudó a Barcelona, donde quedó enamorado de los aromas, los sabores y las texturas mediterráneas. Trabajó en hoteles como el Ritz Carlton y reconocidos restaurantes con estrellas Michelin, donde le inculcaron ética, trabajo, disciplina y organización de alto nivel.

Chef Sean Grundey

Un fuerte pilar del chef Grundey pareciera encontrarse en la naturaleza, porque a lo largo de su vida ha aprendido que “las buenas cosas toman su tiempo; una buena fresa, una buena cereza… da igual de qué producto estamos hablando, necesita amor y dedicación para que llegue a su punto ideal, y de ahí al plato del comensal. Eso es un arte, el respeto a los procesos de la naturaleza”.

Chef Sean Grundey

Y afirma: “Sin temor a equivocarme, cada país en el que he trabajado ha aportado algo a mi carrera Marruecos, Singapur, Indonesia, Tailandia, Dubái, Estados Unidos y ahora México. Viví una experiencia muy enriquecedora, este considero, es un momento increíble, tal vez el que haya disfrutado más en toda mi carrera de chef privado, -imagínate- prosiguió, estábamos en Formentera, una isla del Mediterráneo, sabíamos que el dueño del yate venía con su esposa por una semana, el Capitán y yo pensábamos ¿qué podemos hacer para agradecer y hacerles un día especial? Lo que hicimos fue montar un set up, todo en blanco, en la playa, en el sur de Formentera donde no hay nadie como si fuera una isla desierta, ahí anclamos el yate; yo estaba detrás de unas plantas para que tuvieran privacidad, cocinando con un asador. Realizamos un candle light dinner de puesta de sol, solo para ellos dos, con su yate anclado enfrente de ellos, yo solo me aparecía para darles el siguiente plato de un menú de cinco platos, una experiencia maravillosamente exquisita y sensorial”.

comida

El chef Grundey, embelesado por el aspecto sensorial de los platillos, comenta: “Seguramente las personas con quienes vas a compartir este gran evento son muy importantes para ti. Los platos deben ser igual de grandes, majestuosos. Mis creaciones requieren horas de dedicación, dos o tres días para ser exacto. Tengo salsas cuya preparación lleva más de dos días. La personalización del menú es lo más importante: mis platillos están creados especialmente para el comensal, no para un público que selecciona un plato en una carta”.

comida

Cuestionado sobre la magia de personalizar un plato y mejorarlo, el entrevistado respondió: “Una persona que regresaba de un viaje por Europa me dijo: Sean, comí marisco en Francia, unos mejillones de primera. Quiero que me transportes a esa costa y revivir esas texturas, esos sabores y la acidez del vino blanco”.

comida

La personalización del platillo se logra gracias a la preference sheet, un pequeño formulario que los comensales entregan, donde el chef, con algunas preguntas, descubre alergias o intolerancias, sabores preferidos o desagradables.

Chef Sean Grundey

“En ocasiones pregunto sobre sus restaurantes favoritos, nacionales e internacionales. Con esos extremos delimito fronteras y preparo delicias”. Y continúa: “Uno de los aspectos más interesantes de ser un chef privado es la libertad de hacer posible lo imposible. Si sé que el salmón va perfecto con el sabor específico de algún ingrediente de México, y estoy a la mitad del mar en un yate, lo mando pedir. ¿Cuál es el problema?, mi comensal está ansioso de probar esos sabores, y si tienen que traerlo de Nueva Zelanda, adelante: lo tendré aquí para él”.

Por: Vyrydiana Millán

Te recomendamos

spot_img