El artista británico Anthony James es el primer y único artista visual cuya obra se encuentra en todos los continentes; además, es pionero en instalar uno de sus portales en el campamento base de White Desert en la Antártida, cerca del Polo Sur.
En el Hotel Presidente Intercontinental Ciudad de México, High&Beyond tuvo un encuentro memorable con el artista británico, quien visita México por primera vez. En el lobby del hotel, en la capital del país, se exhiben por primera vez 17 piezas multidimensionales y de gran formato de Anthony James. Nacido en Londres y radicado en Los Ángeles, el artista es conocido por sus esculturas e instalaciones monumentales. En este año se convirtió en el primer y único artista visual en exhibir su obra en los cinco continentes, cuando instaló uno de sus portales de acero inoxidable, vidrio y LED en el campamento base White Desert en la Antártida, cerca del Polo Sur.
Sus obras exploran la fusión entre dos conceptos que durante décadas se han considerado antagónicos: la ciencia y la espiritualidad. Ambos han dejado una marca indeleble en el mundo del arte contemporáneo. En esta conversación, el artista comparte su viaje artístico, su proceso creativo y su visión sobre la escultura y la conexión entre el arte y el espectador. “No importa cuál sea tu nivel educativo, qué idioma hables, en qué cultura te criaste o de dónde eres, mi trabajo trata sobre un lenguaje universal, basado en la geometría sagrada”, dice.
DESCUBRIENDO LA PASIÓN POR LA ARQUITECTURA Y EL DISEÑO
James nos cuenta que su viaje artístico comenzó en Nueva York a finales de la década de 1990, cuando se sintió profundamente inspirado por el arte minimalista, trascendentalista y formalista, en especial por el trabajo de Donald Judd. Al minimalismo agregó teatralidad y comenzó a experimentar con la incorporación de la luz y el espacio en sus esculturas. Exploró la posibilidad de fusionar luz y forma, y eso lo llevó a crear sus característicos espejos, que capturan y modelan la luz. A decir del artista, estas piezas transforman no solo el espacio que las rodea, sino también la percepción del espectador. Conceptos como la expansión del universo, el infinito, el cosmos, el exterior, el interior, el caos, la perfección y la simetría están presentes en cada pieza.
“Me mudé a Nueva York en 1998, y estaba completamente fascinado por el arte minima- lista y formalista. Pero me atraía la teatralidad. Hice esculturas minimalistas, y luego quise contener la luz en su interior. Así empezaron a tomar forma los espejos. De esa manera, podía agregar luz ambiental y controlar la luz, no solo en el entorno del espacio, sino también dentro de la escultura. Con el tiempo, quise crear obras sobre la imagen más grande, como una demostración visual del universo en expansión constante o del cosmos, o bien, a una escala más pequeña, la divinidad dentro de uno mismo. Así que esa fue la ruta que tomó mi trabajo. Me interesaba, en un principio, la forma perfecta, los bloques de construcción de la vida, Platón, las matemáticas y la geometría. Por lo tanto, muchas de las formas originales eran sólidos platónicos. El filósofo griego, bajo este concepto, asoció cada uno de los cuatro elementos con un poliedro, y al Universo —como gran conjunto— con la forma del dodecaedro en su obra Timeo.”
El perfeccionismo es un elemento central en su proceso creativo. En su estudio crea de manera minuciosa cada elemento de sus obras, desde las tuercas y los pernos hasta las herramientas que emplea. Trabaja incansablemente para que sus esculturas parezcan piezas “hechas sin esfuerzo”, como si se hubieran “trans- portado desde una dimensión diferente”. Este compromiso con la perfección se evidencia en la belleza y el refinamiento de sus obras. Con el tiempo y al avanzar en su trayectoria, James se convirtió en un ícono del arte moderno.
SU PROCESO CREATIVO
Anthony James describe su proceso creativo como experimental. Comienza con una idea simple, utilizando materiales como madera, vidrio y metal, y luego explora y analiza el resultado. Si encuentra belleza en la creación, la repite y perfecciona en colaboración con su equipo. Este proceso de refinamiento es fundamental para lograr la excelencia y precisión que caracterizan a sus obras.
Los materiales desempeñan un papel fundamental en sus obras. Comenzó utilizando materiales industriales en Nueva York, y ha desarrollado técnicas de soldadura basadas en la tecnología de la NASA y el diseño de cohetes. Sus obras, que emplean desde el bronce sólido hasta el acero inoxidable pulido a espejo, expresan su fascinación por los materiales modernos y la metodología científica.
“A lo largo de los años, he desarrollado mi propia paleta de colores. Realmente no puedes escapar de ti mismo o de tu firma. Incluso, cuando en casa de mi madre miro pinturas que hice cuando tenía 15 años, me sorprende que conservo la misma paleta de colores. Utilizo estos verdes y azules profundos con blanco y negro. Siempre ha sido parte de mi trabajo, así como con el metal, donde introduzco variaciones, ya sea que use bronce macizo o acero inoxidable pulido a espejo, o incluso con la pintura”, explica.
Comenta que se inspira en el universo y la espiritualidad, y que en sus obras combina ambos elementos con énfasis en la geometría sagrada. Cree que sus obras hablan de la “conciencia de unidad”, un mensaje que resuena en personas de todas las culturas y orígenes. La elaboración de una pieza puede tomar hasta tres meses.
EL VALOR DEL ARTE DE A. JAMES
Explica que es el primer y único artista que ha mostrado su obra en los cinco continentes, lo que le ha otorgado un lenguaje artístico universal. Sus obras conectan con personas de todas las edades y antecedentes, lo que les brinda un valor especial. Agrega que su arte se basa en la geometría sagrada, un lenguaje universal que trasciende barreras culturales y geográficas. Anthony James considera que el arte es una forma de comunicación y una conversación entre él y el espectador.
Cuando se le pregunta sobre el futuro de su carrera, enfatiza la importancia de no planificar en exceso. Cree que las mejores oportunidades surgen de manera orgánica, y que es esencial estar abierto a lo que la vida tenga preparado. A medida que su arte evoluciona y se expande por el mundo, sigue comprometido con la conversación que establece con su auditorio.
Anthony James ha llevado su pasión por la escultura a niveles inimaginables. Su interés por fusionar la ciencia y la espiritualidad, junto con su dedicación y perfeccionismo, ha resultado en obras de arte que trascienden fronteras y conectan con personas de todo el mundo. Su conversación con el espectador es un recordatorio de que el arte es una forma de comunicación universal que puede inspirar, asombrar y unir a la humanidad. “Había querido exhibir en México desde hace diez años, en este país existe una verdadera pasión por el arte.”
Por: Alexis Mustri Guindi