Platicamos en exclusiva con Sacha Lakic sobre una de sus grandes pasiones: el diseño de motocicletas y coches. El prestigiado diseñador francés ha cubierto una gama inmensa de proyectos, porque diseña desde un lápiz hasta un auto capaz de ir al espacio.
Nos encontramos con Sacha Lakic en Printemps, en París, donde nos habló sobre Black Track, la marca que fundó con el objetivo de crear su propia identidad. Su historia con los automóviles comenzó cuando era muy pequeño.
“Fue gracias a mi padre, quien diseñaba ropa. Él me inspiró a dedicarme a esto. Puedo decir que fue mágico, porque antes de ir a la escuela veía un pedazo de tela y, horas después, era un diseño”, cuenta. Y agrega que “cuando tenía 10 años, todos los días tomaba el mismo camino a la escuela para ver un coche estacionado. Me detenía a ver su diseño y, al llegar a casa, trataba de imitarlo”.
Luego de terminar sus estudios, el destino lo llevó a trabajar con una marca de autos en Francia, donde empezó a diseñar tanto el interior como el exterior de los vehículos. También comenzó a pintar sketches para revistas de motos. Al darse cuenta del gran impacto que causaban, decidió llevar las imágenes que hacía a la realidad.
“Al trabajar en un estudio de diseño, aprendí que el diseño no solo abarca las motocicletas, así que creé mi propia firma en donde pudiera diseñar todo lo imaginable”. A partir de eso, marcas como Lacoste, Roche Bobois y Yamaha lo llamaron para hacer colaboraciones.
CREATIVIDAD INFINITA
Este artista describe así su proceso creativo: “Es sencillo. Se inicia teniendo la mejor idea, y sigue con la creación de la mejor forma que quepa en la idea. Presento esto a los clientes y, finalmente, paso a la parte de manufactura, en la que trabajo con los técnicos hasta que el producto finalmente esté en la tienda. Es un proceso largo”, detalla Sacha.
Como parte de su desarrollo profesional trabajó en Mónaco, donde diseñó coches eléctricos durante veinte años y logró récords mundiales en coches y motos. Ahora, “dentro de mi estudio de diseño tengo mi propia marca: Black Track, con la que vendo lo que a mí me gusta. Siempre diseñaba para otras personas, así que quería hacer algo para mí mismo, y esto ha sido un gran reto”.
Los productos que le gustan y los que elabora, explica, están conectados con las motocicletas; las motos son el ADN de la marca. Por ejemplo, su colección de lentes está hecha con el vidrio que se usa para fabricar algunas par- tes de una motocicleta, mientras que, para las bolsas que diseña, usa la piel que se emplea para crear los asientos de las motos.
En el ámbito del motociclismo realiza diseños bajo pedido o rediseños de motocicletas que ya existen. “Nunca trabajo solo, mi equipo me apoya. Además, al hacer un coche, trabajo con ingenieros, y debo estar muy atento para que no cambien el diseño. Me encargo de que encuentren una solución para que mi diseño no cambie”, afirma.
Su estilo se destaca por un detalle único: al diseñar un mueble, refleja siempre su pasión por los coches; le gusta poner movimiento a las cosas que no se mueven: “Por ejemplo, uno de mis productos más vendidos es el sofá Bubble, de Roche Bobois. Esta pieza es la metáfora de una nube, y una nube siempre está moviéndose”, explica.
Sacha Lakic asegura que no sigue tendencias, sino que las crea. Muy emocionado, comenta que diseña para aquellos a quienes les apasiona el lujo, no las tendencias, y quieran tenerlo por siempre. “Mis accesorios son atemporales, simples, clásicos. Diseño productos que quiero usar ahora y dentro de diez años”.
ARQUITECTURA FUERA DE SERIE
Mención aparte merece el trabajo de diseño arquitectónico de este genio creador, entre cuyos proyectos destacan Nautila, un extraordinario proyecto de hotel high-tech en la costa de Dubái, ubicado en pleno océano y que tendrá locaciones tanto en la superficie como dentro del mar. A este hotel solo será posible llegar por helicóptero, yate o submarino. Su diseño es impresionante y contará con suites, clubes, áreas lounge y restaurantes de lujo. Su proyecto Nest, inspirado en los nidos de águila y localizado en el Gran Cañón y el Río Colorado, en Estados Unidos, es una cabina suspendida y localizada a una altura de mil metros, por lo que brinda una vista majestuosa. Está hecha con acero liviano, madera y cristal. Además, la cabina es energéticamente autónoma.
Dune Concept Hotel, también de su autoría, es la interpretación moderna de las tiendas de la tradición nómada beduina. Se trata de un hotel de lujo asentado en las dunas de un desierto, energéticamente autónomo, cuya estructura imita la sensualidad de las dunas.
La carpeta de este genio es tan grande que no puede tomar todos los trabajos que le solicitan, así que trata ser muy selectivo. Para él, es vital trabajar en proyectos desafiantes, aunque no sean tan bien pagados.
Sacha adelanta, con entusiasmo, que ahora mismo está diseñando un coche que irá a la Luna en el futuro. También trabaja en un proyecto relacionado con la temperatura de los vinos (será una base minimalista, que mantendrá el vino a la temperatura perfecta). Además, está creando una nueva marca para el diseño de accesorios para perros y gatos… entre muchos otros. Para Sacha Lakic “the sky is NOT the limit”. Su filosofía, junto con la calidad e innovación que imprime en sus creaciones, hace de él uno de los mayores genios del diseño contemporáneo.
Por Alexis Mustri Guindi