Crónica oaxaqueña: barro, agave y Loco Tequila

Un recorrido espectacular en la Ciudad de Oaxaca, donde tradicionalmente se le rinde tributo al agave. Esta planta milenaria, es el corazón del mezcal y también del Tequila y ofrece una gran diversidad de formas, sabores y olores que vuelven única a cada especie.

Loco Tequila se une a este tributo, demostrando un profundo respeto por la historia, las tradiciones y los procesos artesanales que resaltan toda su riqueza. Cada etapa del proceso de crecimiento y maduración de la planta recibe el tiempo necesario, adoptando métodos ancestrales transmitidos de generación en generación. Esta conexión con la herencia cultural se refleja en cada una de las botellas, destacando la dedicación y el esmero que definen a Loco Tequila.

En Oaxaca, el arte y la gastronomía están impregnados igualmente por esta esencia. La tierra, el trabajo manual, las técnicas ancestrales utilizadas en los procesos tanto del barro, como de cada platillo. Dos días incansables en los cuales fuimos testigos de cómo el barro toma forma, la gastronomía es un arte y el agave se transforma en el alma de Loco Tequila.

Con un escenario espectacular en la terraza de Casa Oaxaca, el chef Alex Ruíz, embajador de la cocina oaxaqueña, preparó un menú especial maridado por Loco Tequila. Acompañado de chefs locales como Celia Florian del restaurante Las Quince Letras, Rodolfo Castellanos de Origen, así como de otros provenientes de la Ciudad de México y Tlaxcala, la velada se convirtió en una celebración gastronómica única.

Empresarios hoteleros, entre ellos Rafa Micha de Grupo Habita y Frederic Lejars de Quinta Real, también estuvieron presentes. Alexandra Purcaru de Selva y grandes artistas oaxaqueños, como Sergio Hernandez, Amador Montes, Jacobo y María Ángeles, participaron en esta noche sensorial. El ceramista Adan Paredes contribuyó con tres esculturas distintas que representan su visión geométrica del agave.

Al amanecer, continuamos nuestra exploración culinaria con un delicioso desayuno en Hotel Escondido, una casona remodelada por Alberto Kalach y parte de Grupo Habita. El lugar, lleno de aromas, sabores y diseño, nos ofreció una experiencia inolvidable.

Posteriormente, nos trasladamos unos 35 minutos hasta el Taller los Alacranes, ubicado en Santo Domingo Barrio Alto, en el municipio de Etla. Allí, el Maestro Adán Paredes, arqueólogo, escultor y ceramista, nos introdujo al mundo del barro, enseñándonos todo el proceso de creación de una pieza, desde el polvo hasta el horneado.

Diana Miller y Adán nos abrieron las puertas de su hogar para disfrutar de la gastronomía de Luis Arellano, del restaurante Criollo, quien ha destacado por elevar las técnicas e ingredientes de la cocina tradicional oaxaqueña. Disfrutamos de una comida maravillosa con música en vivo, acompañada de Loco Tequila Blanco, Puro Corazón y Loco Ámbar.

El clima fue muy generoso con nosotros y al anochecer, El chef Saúl Carranza, quien lleva más de 10 años trabajando para Grupo Habita, cocinó para nosotros un asado nocturno en la terraza del Hotel Otro con una vista única a la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán.

Así nos despedimos, por ahora de Oaxaca, pero nos llevamos en el corazón las tradiciones, en las manos nuestro barro y en la boca el sabor único de Loco Tequila.