Jorge Cajiga, junto con su equipo de trabajo ha desarrollado proyectos arquitectónicos que satisfacen los sueños de sus clientes, construcciones que han merecido importantes premios. Pero no solo eso, es un creador de espacios que conectan con las emociones y reflejan una gran pasión por el diseño. Así es como, a lo largo de 16 años, el maestro Jorge Raúl Cajiga Cano ha consolidado su reputación en el mundo de la arquitectura.
En amena charla, tuvimos oportunidad de conocer más sobre su trayectoria profesional, y compartió con nosotros su primer acercamiento al mundo de la arquitectura; recordó que cuando tenía 6 o 7 años disfrutaba mucho jugar con su primo, en cuya casa abundaban los espacios entretenidos. En muchas ocasiones, incluían en sus juegos algunos de los instrumentos que utilizaba su tío en su profesión: reglas y escuadras. “Ahí comenzó mi gusto por la arquitectura. No solo era ver a mi tío, sino también apreciar los espacios”.
En 2004, luego de terminar sus estudios de maestría, conformó junto a su primo y dos amigos más Arquitectura en Proceso, uniéndose así el talento del arquitecto Cajiga con el de Reyes Baeza y sus amigos Roberto Villarreal y Raúl Rodríguez.
En este despacho construyó sus primeros espacios merecedores de reconocimientos. “Desarrollamos un edificio en Ciudad Delicias, Chihuahua, el edificio corporativo Darcons, el cual marcó nuestra trayectoria. Con ese proyecto ganamos en 2009 el Premio en la Bienal de Arquitectura Mexicana, y luego el Premio Ícono del Diseño de la revista Architectural Digest México”, comentó el arquitecto Cajiga.
Aún como parte de Arquitectura en Proceso participó en el diseño del primer edificio de usos mixtos en el complejo comercial Distrito 1, donde también proyectaron la plaza comercial norte. Durante los diez años en que la sociedad se mantuvo lograron importantes proyectos, cada uno de los cuales se trató de forma diferente, intentando resolver las necesidades de los clientes de manera personalizada.
Se separó de Arquitectura en Proceso y creó Diagonal, donde desarrolló el edificio de usos mixtos que tiene como ancla a Cinemex en Distrito 1. La razón para crear su propio despacho fue concentrarse en un proyecto familiar, Cavall 7, que además de dejarle reconocimientos profesionales y acrecentar su reputación, le permitió trabajar con su hermano y bajo la mirada de su padre.
“Fue un proyecto muy especial, porque pude trabajar en el rancho de mi padre, donde corría desde pequeño con mis amigos, mis primos y mis hermanos. Era transformar el lugar donde crecí, y qué mejor que hacerlo acompañado de mi hermano. En este proyecto me involucré desde el desarrollo de la marca hasta la arquitectura del lugar, pasando por la convivencia con enólogos y vitivinicultores, con el despacho que diseñó la botella y la etiqueta… fue un trabajo muy enriquecedor. Varias disciplinas se unieron con un solo objetivo: construir la esencia de Cavall 7”.
Con gran entusiasmo, el arquitecto Cajiga afirma que una de las mayores satisfacciones fue el reconocimiento de su padre, quien pudo apreciar el proceso de cambio en su rancho. Entre risas, nos contó: “Mi padre decía que estábamos construyendo una Disneylandia, por la idea de que iba convirtiéndose en un proyecto turístico”. Sin duda, el trabajo marcó un antes y un después en la carrera profesional del arquitecto. Luego de Cavall 7 se han sumado muchas más oportunidades para desarrollar su talento y el de su equipo de trabajo, gracias en gran medida a los visitantes de este hermoso viñedo.
Cuando le preguntamos a Jorge Cajiga sobre cómo le gustaría ser recordado, cuál desearía que fuera su legado, guardó silencio, y unos segundos después contestó con franqueza: “Me gustaría que los espacios que fuimos creando se mantengan en pie después de varias generaciones. Vivimos en una sociedad muy cambiante, donde las cosas se transforman cada día. La arquitectura no ha sido ajena a esta evolución de la sociedad. Intentamos que nuestra arquitectura no sea eso, no sea una moda, sino un espacio constante que prevalezca al paso del tiempo”.
Por: Jeimy Dueñas