Chopard nuevamente celebra el séptimo arte como patrocinador oficial del Festival de Cannes y creando el prestigioso premio: la Palma de Oro. La Palma de Oro es el premio que consagra la joya cinematográfica elegida por el jurado. El galardón es elaborado con genialidad, paciencia y precisión por las manos expertas de los artesanos de Chopard.
Caroline Scheufele, copresidenta y directora artística, quería asegurarse de que el premio más codiciado de la industria cinematográfica estuviera a la altura de lo que representa. La Palma de Oro está elaborada íntegramente con oro ético certificado Fairmined, una característica única que la distingue de todos los demás trofeos cinematográficos. También es una expresión del compromiso de Chopard con el lujo sostenible, en el que arte, ética y estética están íntimamente ligados.
La historia de amor entre Chopard y el cine comenzó en 1997 cuando Caroline Scheufele fue la encargada de rediseñar la Palma. La hizo más ligera, con mayor relieve y profundidad. Sus 19 hojas están delicadamente acanaladas, mientras que el tallo termina en forma de corazón, uno de los emblemas icónicos de Chopard. Inspirada en la naturaleza, su movimiento y sus ondulaciones, como tantas creaciones de Alta Joyería de la Manufactura, la Palma de Oro comenzó una nueva vida bajo la visión de Scheufele.
Siguiendo los pasos del Festival de Cannes, la copresidenta y directora artística de Chopard ha afianzado su amor de toda la vida por el séptimo arte creando un vínculo fértil, infinitamente vivo, rebosante de creatividad y que acompaña la coronación de los directores con más talento de este siglo.
Nada menos que setenta horas de trabajo en los talleres de Chopard son necesarias para crear la Palma de Oro. Se confía a un único joyero que, como un director de orquesta, vela por la coherencia a lo largo de todo el proceso en el que participan seis artesanos. Cuenta con 118 gramos de oro ético certificado Fairmined, sello que garantiza que se ha extraído respetando las normas más estrictas de ética social y medioambiental.
Gramos de oro que se convertirán en el Grial más codiciado de la industria cinematográfica. Se trata de un proceso de sublimación en estado puro, idéntico en todo a la magia del cine, que consigue como ningún otro transformar la realidad en un acto poético.
