Chopard escribe un nuevo capítulo en la historia de la alta relojería con el IMPERIALE Four Seasons, una pieza que convierte el paso del tiempo en un espectáculo poético. Limitado a tan solo 25 ejemplares, este reloj es una obra maestra donde la tradición artesanal y la innovación se encuentran en perfecta armonía.
En el corazón de su esfera late un disco rotatorio de marquetería de nácar perlado que completa una vuelta en 365 días, evocando el ciclo eterno de las estaciones. Cada detalle revela un paisaje cambiante, un lienzo en miniatura que transforma la lectura del tiempo en una experiencia sensorial.
Su caja y corona, elaboradas en oro ético blanco de 18 quilates y engastadas con diamantes, enmarcan un diseño de gran refinamiento. El motivo de la flor de loto, emblema de la colección, añade un delicado gesto de sofisticación que refuerza su identidad única.
La excelencia mecánica está asegurada por el calibre L.U.C 96.31-L, con 227 componentes y una reserva de marcha de 65 horas, desarrollado íntegramente por Chopard. Más que un reloj, el IMPERIALE Four Seasons es un tributo a la naturaleza, al tiempo y al savoir-faire de la Maison.