El hotel St. Regis New York celebra su 120 aniversario este otoño con el estreno de un amplio rediseño y renovación del icónico hotel de Manhattan. Los espacios renovados fueron el vestíbulo, el King Cole Bar y los restaurantes: The Drawing Room y La Maisonette. La renovación refleja el legado perdurable del hotel, renacido para el viajero global de hoy con una estética moderna dirigida por la reconocida firma de diseño Champalimaud Design.
“Este aniversario refleja nuestro legado perdurable de lujo, servicio personalizado y elegancia contemporánea que ha cautivado a huéspedes de todo el mundo. Al mismo tiempo que honramos nuestra rica herencia, nos mantenemos profundamente en sintonía con los deseos tanto de nuestros huéspedes leales como de la próxima generación de viajeros de lujo, garantizando que cada experiencia que ofrecemos sea tan extraordinaria y personalizada como atemporal”, dijo Jenni Benzaquen, vicepresidenta senior de The Ritz-Carlton, St. Regis y Bulgari Hotels & Resorts.
La visión de John Jacob Astor IV para el St. Regis New York fue crear un hotel inspirado en los mejores hoteles de Europa, donde sus amigos y familiares más cercanos pudieran sentirse como si fueran huéspedes en una ostentosa casa.
El hotel ha atraído invariablemente a las personalidades más glamorosas, creativas e intrigantes de cada época, desde Salvador Dalí hasta Marilyn Monroe. Ha sido la cuna de momentos culturales, desde la invención del cóctel Bloody Mary hasta las memorables actuaciones de jazz en su azotea, así como el telón de fondo de escenas icónicas de cine y televisión.
Liderados por Champalimaud Design, los espacios públicos rediseñados de The St. Regis New York adoptan el legado de diseño del hotel, así como su arquitectura original de estilo Beaux-Arts, al tiempo que lo transforman en un lujoso paraíso urbano que se sentiría como el hogar de la familia Astor en el siglo XXI.
Este enfoque fresco y emocionante reúne elementos de diseño tradicionales, incluidos candelabros de cristal de Waterford y molduras de techo originales, reinventados mediante la introducción de muebles modernos, texturas en capas y una rica paleta de colores.
“Hemos creado espacios con energía y esplendor, superponiendo la arquitectura clásica con elementos contemporáneos, revitalizando el hotel con magia, como lo habían hecho los Astor cuando abrió por primera vez”, dijo Alexandra Champalimaud. “Los espacios públicos tendrán una sensación de apertura y una paleta de colores que incluye tonos verdes esmeralda y rosa rojo que evocan la grandeza del legado de los Astor”.
Los huéspedes salen de la Quinta Avenida hacia el mundo de St. Regis a través de las puertas giratorias doradas originales para descubrir el icónico lobby, ahora infundido con toques frescos y muebles actualizados. Durante el proceso de renovación, se descubrieron y restauraron las ventanas exteriores originales de la recepción, incorporando una vidriera basada en el diseño original de la ventana de Tiffany de 1905 de la habitación.
El candelabro Tiffany & Co. original del espacio cuelga sobre muebles modernos, personificando la yuxtaposición de lo antiguo y lo nuevo dentro de los espacios públicos revitalizados. Recorra estas áreas acogedoras y siga el bullicio de las conversaciones que surgen del restaurante y salón del vestíbulo, completamente rediseñado, The Drawing Room. El restaurante está envuelto en una paleta de rosa y rosa, turquesa, esmeralda, dorado y acentos de negro, que interpretan el color.
Más allá de The Drawing Room, los huéspedes están invitados a redescubrir el famoso King Cole Bar, el lugar de reunión más histórico de Manhattan. Mientras que el icónico mural de King Cole de Maxfield Parish sigue dominando el espacio, ofreciendo una mirada atenta a los bebedores entusiastas, el bar se renueva con paneles de madera oscura y un techo verde intenso suavizado aún más con sillas con borlas de color lavanda. Los detalles de acabados de bronce y ónix añaden un nivel adicional de sofisticación a la institución neoyorquina.
La renovación también presentará un nuevo lugar para comer, La Maisonette, que sirve desayuno, almuerzo y té de la tarde. El espacio luminoso y aireado crea la sensación de un pabellón al aire libre, inspirado en la sala de desayunos original del hotel de la década de 1910 y el diseño francés. Las paredes de color blanco cremoso y un tragaluz empotrado iluminan el espacio junto con una paleta de rosas suaves, burdeos, esmeralda y turquesa. El espacio servirá desayuno diariamente para los huéspedes y visitantes del hotel y se transformará en un salón de té por la tarde, un ritual tradicional de The St. Regis New York iniciado por Caroline Astor.